A votar! A votar!
Debemos atender al compromiso ciudadano e histórico para elegir al mejor para ocupar la Presidencia. Hay que dominar las pasiones y actuar con sensatez y serenidad.
Eucario Bermúdez | Noviembre 5 de 2012
Sin duda alguna, todo está dicho, todo se ha escrito y hasta todo se ha vociferado en esta campaña presidencial que afortunadamente está por terminar. Hemos oído de todo, casi lo mismo que en campañas anteriores, aunque las diferencia filosóficas, morales e intelectuales de los actuales candidatos sean ostensibles. Hay mucho trecho entre lo que pudiera ser un gobierno de Mitt Rommney y la continuidad del de Barack Obama y en ese punto clave debemos los electores señalar nuestra mayor atención.
Sin apasionamientos, sin exageraciones innecesarias, sin ofensas, con serenidad y patriotismo, normas que desafortunadamente han sido violadas, pisoteadas especialmente por varios medios de comunicación en donde ha habido excesos verbales, muy salidos de tono, irrespetuosos del oyente, televidente o lector, con lo cual ciertamente no se cumple a cabalidad con la noble misión del comunicador y se confunde a la opinión pública.
Esta es tal vez la jornada electoral de mayores apasionamientos y controversia, de mayor confrontación, en la que han aflorado toda clase de argumentos retóricos, en la que más han sobresalido las diferencias ideológicas de los partidos y sus voceros más representativos que son precisamente los candidatos a la presidencia. Lo cual da mayor solidez a la democracia auténtica que es ejemplo estadounidense para toda la humanidad.
Es con esas premisas que debemos atender al compromiso ciudadano e histórico de elegir al mejor para la presidencia y también para las dignidades que brindan las corporaciones públicas: senadores, congresistas, comisionados, gobernadores, alcaldes y por reformas que vayan orientadas a la mejor calidad de vida de la población. Hay que dominar las pasiones y actuar con sensatez y serenidad.